Técnica de Contrastes

La técnica de contrastes se basa especialmente en las leyes de Acción-Reacción y en la de Vaporización y Ecualización y provoca reacciones múltiples en todo el sistema orgánico humano en sus planos físico, emocional y mental.

Se condensa en la práctica en: SACAR CALOR. Ante la acción de la aplicación fría, el cuerpo reacciona derivando calor, vía sangre, hacia el exterior.

La Termo es algo que se ha reducido a la máxima sencillez: sacar calor del sistema orgánico. Por su concepción y ejecución, a la vez que se saca calor, se limpia la contaminación interna.

Leyes y pasos
La técnica de contrastes, en su ejecución, se basa en las leyes de la Termorregulación, derivadas a su vez de la ley de Acción-Reacción.
  1. Nunca aplicación fría a piel fría, ni piel fría después de la aplicación.
  2. Nunca aplicación caliente a piel caliente, ni piel caliente después de la aplicación.
  3. En las aplicaciones de contraste, se comienza con calor y se termina con frío.

Pasos en la ejecución
  Las leyes de la Termorregulación se ponen en práctica a través de cuatro pasos:
  1. Estimulación exterior. Para llevar sangre desde el interior a la piel. Con crema HEDRA mezclada con SILICE.
  2. Calentamiento. Con ejercicio o en pasivo, manta eléctrica, sauna, baño turco … hasta punto de sudoración. El calor lo utilizamos como un medio para poder realizar la aplicación fría, que es la que, por reacción va a provocar los efectos deseados: sacar calor y limpiar la contaminación orgánica.
  3. Aplicación fría. Con la crema ALIENTO POLAR. Si hace mucho calor, esta crema se mezcla con ARTICA. La aplicación de crema puede estar precedida de ducha o baño de inmersión fríos.
  4. Reacción. Una vez terminado el tratamiento, abrigarse bien con rapidez o hacer algo de ejercicio para evitar enfriarse.

El calentamiento y la aplicación fría se repiten varias veces y así tenemos las aplicaciones de contraste en cadena. Estos pasos siempre son los mismos, pero se realizan de diferente manera en tratamientos corporales, faciales; en masaje o deportes, etc.

A modo de ejemplo: si tenemos un dolor de cabeza, o un mareo, sabemos por diagnóstico que tenemos exceso de calor arriba. Provocamos una hiperemia en las piernas (abajo) con la crema adecuada, calentamos la piel con ejercicio, abrigo, agua caliente… y ya podemos hacer aplicación fría con la crema adecuada y con agua.

Por reacción, el cuerpo deriva sangre y calor del interior y de arriba hacia el exterior y abajo para contrarrestar el frío. Este es un ejemplo muy simple de la forma de actuar.

Acciones y Reacciones que provocan las Aplicaciones de Contraste
Algo tan sencillo como el arte de aplicar el calor o el frío al exterior, produce reacciones internas tan poderosas como las que vamos a describir a continuación.
– Térmica. Saca la sangre y calor del interior hacia la piel.
– Circulatoria. Aumenta el flujo de sangre en el sistema cutáneo.
– Eléctrica. Neutraliza cargas negativas y aumenta las positivas.
– Nerviosa. Limpieza y descarga de tensiones del sistema nervioso.
– Linfática. Estimula la red linfática y el drenaje de los tejidos.
– Nutritiva. Al aumentar el flujo de sangre nutre tejidos y células.
– Depurativa. Limpia el medio ambiente interno.
– Inmunitaria. Estimula las células de Langerhans y aumenta los glóbulos blancos. Por ejemplo, los termorreguladores no cogen gripes.
– Derivativa. Al enviar calor y sangre hacia el exterior, neutraliza el Efecto Invernadero Interno.
– Reafirmante. Todo tratamiento de Termo produce un efecto reafirmante y de disminución de volumen.
– Termorreguladora. Fortalece al sistema termorregulador natural del sistema orgánico humano.

Los efectos son evidentes y espectaculares. Al finalizar cada sesión, uno se encuentra más templado por dentro, con sensación de limpieza interior, de haberse liberado de un “peso” y con mayor tono vital. Una sensación de ligereza invade el cuerpo; incluso aumenta la claridad y agilidad mental, como es normal cuando se descargan tensiones del sistema nervioso.